La primera llamada telefĂłnica que funcionĂł en mi vida causĂł sentimientos difĂciles. Por un lado, fue bastante bueno: hablĂ© con los estadounidenses de Microsoft como un miembro igual del equipo, me escucharon y aumentĂł mi autoestima. Por otro lado, tuve un sentimiento extraño: hablamos durante cuatro horas y, de hecho, no aprendimos ni dijimos nada nuevo. Perdido mucho tiempo.
Pensé, bueno, bueno, esto probablemente no siempre sucede. Desde entonces, han pasado 5 años, cambié de trabajo más de una vez, pero en todas partes y siempre llamar era una pérdida de tiempo.
Ustedes trabajan en TI, y saben muy bien cuán gigantesca es nuestra parte de trabajo. Yo tambiĂ©n lo sabĂa. Mi jornada laboral promedio contenĂa un par de horas de esta charla, y se volviĂł insoportable. EmpecĂ© a ponerme nervioso: probablemente no podrĂ© trabajar normalmente como desarrollador si las estĂşpidas llamadas me pusieran tan nervioso.
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Si mi trabajo de diseño termina y tengo que volver a trabajar en una corporaciĂłn que presiona las llamadas telefĂłnicas, simplemente no harĂ© nada, nada, nunca lo harĂ© allĂ. EliminarĂ© todos los IDEs de mi computadora, pondrĂ© un montĂłn de pantalones y me sumergirĂ© en el "trabajo". Si necesitan un marcador, obtendrán uno.
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